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Embarcarse en la venta de zumos naturales lleva aparejadas preguntas sobre cómo conservar el zumo y extender su vida útil de manera efectiva.
Históricamente, la pasteurización térmica se consideraba la técnica de conservación principal para extender la vida útil de los jugos, reduciendo los microorganismos perjudiciales mediante el calentamiento del producto.
Sin embargo, dependiendo del tiempo y temperatura del proceso, este método podría alterar el sabor y algunas propiedades nutricionales del zumo. Hoy en día, se han desarrollado alternativas de conservación no térmicas que conservan en gran medida la calidad organoléptica y nutricional del zumo, proporcionando una experiencia muy cercana al zumo natural.
A continuación, exploraremos las técnicas más eficaces para conservar el zumo fresco durante más tiempo.
Esta técnica fue la primera utilizada en la pasteurización. Consiste en calentar el zumo a temperaturas en torno a 63-65°C durante un periodo de 20-30 minutos, seguido de una fase de enfriamiento gradual. El proceso de envasado, que puede ser aséptico o no aséptico, puede durar hasta 24h. Hoy en día, este método ha sido en gran medida reemplazado por otras técnicas, debido a la gran modificación que provoca en el sabor y el contenido nutricional del zumo. Actualmente, la industria alimentaria ha adoptado sistemas más avanzados que mantienen el sabor y propiedades del zumo con mayor eficacia.
Este método consiste en llevar el zumo a temperaturas que oscilan entre 75°C y 95°C durante un breve periodo de tiempo, del orden de 15 a 30 segundos. Es la opción preferida en la industria de los zumos, ya que altera levemente las propiedades organolépticas y nutricionales del zumo, y es significativamente más rápido que el método anterior. Una vez pasteurizado, el zumo puede envasarse siguiendo un proceso aséptico o no aséptico, siendo la diferencia clave en la vida útil del producto final.
Se trata de la mejor opción de pasteurización cuando se cuenta con la inversión, la capacidad de producción, la seguridad del proceso y preservación de las propiedades organolépticas y nutricionales del zumo adecuadas.
Este proceso exige tratar el alimento a altas temperaturas; unos 138 °C durante unos segundos. Se suele utilizar para productos de baja acidez, como la leche, que contienen microorganismos resistentes al calor. Esta técnica puede prolongar la vida útil del producto hasta seis meses, incluso sin refrigeración. Sin embargo, requiere un envasado aséptico y una inversión de capital considerable.
La tendencia en las preferencias de los consumidores y las normas de la industria se inclina cada vez más hacia los productos frescos, mínimamente procesados o Cold Press. Para estas aplicaciones, están ganando protagonismo multitud de alternativas de conservación no térmicas.
Su eficacia es limitada en zumos con mucha turbidez, ya que el impacto del tratamiento se restringe al alcance de la radiación. Sin embargo, algunas empresas prefieren este método porque no eleva la temperatura de los alimentos y, por tanto, sólo provoca pequeños cambios en su calidad organoléptica y nutricional.
Este método también garantiza que la calidad nutricional y organoléptica del producto siga siendo en gran medida la misma que la versión fresca. A pesar de que en ocasiones puede dejar un regusto metálico, la vida útil se prolonga entre 7 y 20 días cuando se refrigera.
El tratamiento por altas presiones consiste en sumergir los zumos, ya en su envase final, en agua fría y aplicar una presión de hasta 600MPA durante un tiempo que va de 3 a 6 minutos. Con este tratamiento se obtienen productos de calidad premium y con periodos de caducidad que oscilan entre 30 y 60 días en refrigeración.
La tecnología HPP es una opción ideal para producciones pequeñas a medianas, ya que permite tratar lotes de botellas con diversas recetas al mismo tiempo, y desde una sola botella hasta la capacidad máxima de la máquina. El mayor hándicap de esta tecnología es la elevada inversión inicial requerida, aunque existen empresas que alquilan sus servicios a pequeños y medianos productores.
La conservación efectiva del zumo se basa en la elección de varios factores cruciales, cada uno de los cuales juega un papel vital en garantizar tanto la seguridad como la calidad del producto final.
La pasteurización térmica, siendo el método más habitual, ofrece una eficacia y rentabilidad notable, pero puede alterar significativamente las propiedades del producto. Por otro lado, la pasteurización no térmica, siendo un método más suave, no garantiza la misma eficacia en la eliminación de patógenos y bacterias. En definitiva, su elección dependerá de las necesidades y prioridades específicas del proceso de producción.
En Zumex, entendemos el valor de un zumo natural y fresco. Sabemos que los amantes del zumo aprecian la vibrante explosión de sabor y valoran la riqueza nutricional que ofrece. Pero, ¿cuánto tiempo duran realmente estos zumos naturales recién exprimidos?
Los zumos naturales, es decir, aquellos que no han pasado por ningún tipo de tratamiento, ni pasteurización, suelen mantenerse frescos durante dos o tres días si se refrigeran desde el momento en que se exprimen. Sin embargo, este plazo puede variar dependiendo de varios factores, como la frescura de la fruta utilizada, pH de la receta y las condiciones de almacenamiento.
En Zumex, ofrecemos una variedad de soluciones para ayudar a las empresas a servir zumos frescos y deliciosos a sus clientes. Ya sea que esté buscando una máquina exprimidora para bar de zumos, o una exprimidora de prensado en frío tenemos las herramientas y la experiencia para ayudarte.
Si tienes alguna pregunta sobre la conservación de zumos o te interesa conocer más sobre nuestras soluciones, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarte a sacar el máximo partido a tu negocio de zumo.